Entrevista realizada por Patti Pasman, estudiante de periodismo deportivo de la escuela de Macaya Araujo.
(…)
P.P.: Iulian, contanos un poco de tu afición por las artes y los deportes. ¿Cómo se dio en tu vida el inicio en dichas actividades?
I.V.G.d.P: Mirá, básicamente a mí me gustaba jugar al basckett (sic) y cagar a trompadas a todos los rivales, pero unas lesiones en mis tobillos y en todas mis rodillas (sic) truncaron mi carrera; si seguía jugando estaba a 3 años de ser C3P0, por lo que decidí dejar de jugar y dedicarme a algo pedante y aburrido como las artes plásticas, la fotografía, ¿no? Y bueno, con el aburrimiento acumulado por la falta de acción comencé a fumar falopita y a sacar fotos en estado de trance. Porque sacar fotos es una boludez: yo me fumo unos tronchazos y empiezo a sacarle a cualquier gilada que tenga adelante, sea una parra, hormigas en un frasco o al techo de la casa del vecino. Con la pintura y las artes digitales del Paint pasa lo mismo, es una gilada; hasta un simio cuadripléjico drogado con labio leporino puede hacerlo. El espresionimo astrato (sic), corriente a la que yo ascribo (sic), es así de simple.
P.: ¿Y cuál es tu relación con el mercado? ¿Y con los ghettos (sic) que pululan en este ambiente artístico?
I: Con el mercado mi relación es básica: mientras pongan la papusa por mis fotos o mis pinturas, está todo bien. Porque cuando quiero ir a pagar la luz no les puedo pagar con aplausos y con elogios, no les puedo decir “mirá, te doy esta foto que saqué, que fue nominada el Premio Pulloid (sic) de fotografía”. Ahí el de la caja me saca a patadas en el culo. Y con respecto a los ghettos, la verdad está dicha en mi frase de cabecera: “cuando vos fuiste, yo fui y vine 4 veces y drogado”. No tengo relación con todo ese reducto de jipis y esnogs (sic). “Todo bien con la buena onda, la paz y el amor, pero ahora me vas a tener que chupar la pija”, le digo habitualmente a esos desubicados que quieren exponer sus obras junto a las mías. Porque es así, es gente que se toma dos cervezas y se cree Michael Langdong (sic), no sé qué les pasa, guat-a-fac (sic), no entienden nada.
(…)
P.: Vemos en vos a un tipo duro… por lo que contás, ¿no? ¿Es tan así tu relación con el mundo?
I.: Mirá, duro está Carlín Calvo, yo estoy perfectamente bien. Que no ande hablando de las giladas del amor y no le cante canciones o le saque fotos a las minitas no implica que no quiera ponérsela a todas y que al mismo tiempo no sea un tierno. Ayer estaba viajando en el tren a Caballito y una mina con vestido –porque las minas tienen que usar vestido, ¿qué es eso de pantalones y remeritas? No se le ve el culo, las tetas, nada– se levantó del asiento y como hacía mucho calor se le pegó el vestido al culito todo traspirado. Se le marcó toda la tanga que tenía puesta; tuve unas ganas de pararme y manosearla toda que ni te cuento. Pero con amor, obvio, pues soy un tierno.
P.: ¿Qué te inspira para realizar tus obras?
I.: Muchas cosas, sobre todo algunas canciones de Metallica, el Hip Hop (muy lindo para salir a pegarle a la gente por las calles), mis armas blancas y la falopita, que me motiva sobremanera. El otro día fui al cine a ver Tron y la vi en 4D, que es como 3D pero drogado. No sabés qué flash, te lo recomiendo. ¿Me estás filmando? No, no, apagá eso o te cago a piedrazos. No quiero que me filmen.
P.: Pero, Iulian, la entrevista…
I.: No, no, no, te lo digo una vez sola y es así. Si no te gusta andá a filmar a algunos de esos malditos Ben Afflecks que andan por ahí…
(fin de la nota)
(Iulian, con una mueca indecente, a punto de lapidar a Patti Pasman)
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